10 consejos sobre ¿cómo hacer el networking?
¿Cómo he salido de la cueva y por qué este año mi agenda está llena de eventos, cafés, reuniones?
En 6 meses he hecho más contactos que en los 14 años que llevo viviendo en Barcelona. Si tienes un emprendimiento o un negocio, esto te interesa mucho! Si trabajas solo/a desde casa, con más razón. Te contaré mi historia. Llevo 10 años haciendo fotos, trabajando en solitario, aunque por supuesto he conocido a cientos de personas que fueron mis clientes, pero compartía mis vivencias e inquietudes solo con mis amiguis fotógrafas. Y no quiero culparme por no haber espabilado antes. ¿Antes no existía el networking, clubes, eventos…? Siempre los empresarios cerraban acuerdos entre copas de vino y buen comer, pero tal vez no había tantos saraos, o simplemente no me apetecía, o yo no me enteraba (lo más probable). No lo sé. Dejémoslo.
La cosa es que en otoño de 2023 descubrí y empecé a seguir a Irene Milián. Recuerdo un directo en el que hablaba de que una de las maneras de trabajar la marca es moverla en un club. Ahaaaa! Eso eso! Y mencionó a Nacho Mühlenberg, que yo entonces no seguía ni conocía mucho, lo único que me sonaba su nombre de Instagram y de podcast de Charuca. Recuerdo que entonces lo apunté para ver más adelante el club Extasis. Pero en el mismo momento ya nació en mí esta necesidad de unirme a un grupo, y ya sabía que lo iba a hacer.
Por otro lado escribo a la comunidad de Slowmeeting, que organiza cenas “con charlas cocidas a fuego lento”. Quedo con Carla, que es un amor de persona, y me apunto al próximo evento que iba a ser en enero con Pat Carrasco en Philipines Club, que conozco bien porque he hecho varias sesiones allí. ¡Voy! Aparte de Carla no conocía a nadie. Un dato que al que nunca presto ni una mínima atención.
Esa noche conozco a Marta, que era una persona muy potente en el mundo de la marca personal (no lo sabía, por supuesto). Hablando descubrimos que las dos venimos de Método Brandea (compré el programa en noviembre) y Marta me dice que Irene iba a estar en Barcelona al cabo de una semana. ¿What??!! El encuentro lo organiza la comunidad The Meet. ¿¿Qué es??
¡Voy! Entro al Hotel Praktik, se acerca Anna, me da la bienvenida, me presento y casi en el mismo momento entra Irene. Anna nos presenta, besos, abrazos, ya estamos grabando juntas el video… Pero ¡qué está pasando!??:)) En un minuto estoy integrada, ni he cogido la croqueta para hacer tiempo.
Seguimos. Resulta que Anna es una de las madrinas de Juno House Club y una de las fundadoras de la comunidad The Meet, que aparte de las ponencias con networking organiza encuentros informales cada martes en alguna cafetería chula de Barcelona. Allí estaba yo el siguiente martes, una mañana de febrero, en Café de la Central. Estos relajados coffee masterminds son lo más!
Por otro lado, en febrero entro al club Éxtasis de Nacho. Aquí ya empieza la historia para el nuevo post. Mientras tanto, si quieres saber más, escríbeme y te cuento la experiencia. Aparte del club, Nacho organiza Business Breakfast, desayunos empresariales con entradas que se venden en cuestión de minutos. Allí no he podido faltar con la cámara. Las fotos hablan por sí solas y son una ilustración perfecta para el artículo sobre networking.
Ahora que ya conoces las pinceladas de la historia, quiero compartir contigo unas reflexiones/consejos, todos desde mi experiencia:
1. Veo el networking como una extensión natural de la vida social. Para mí, siempre vienen primero las relaciones, la conexión de persona a persona. Simplemente me gusta conocer gente, quedar, sin pensar en ‘hacer networking’. De hecho, eso de ‘hacer contactos’ lo uso, porque así se suele decir y se entiende, pero no me gusta delo todo. Prefiero ‘conocer a las personas’. Y si de esta vida social surgen oportunidades profesionales de manera genuina, maravilloso. Y si no, no pasa nada. Si nos hemos caído bien y hay este feeling especial, seguimos en contacto, quizás hasta nos hacemos amigos.
2. ¿Sientes como yo que relacionarse trae solo ventajas para tu bienestar, salud, felicidad, negocio? Es increíble lo que uno puede aprender e idear hablando con la gente y confrontando ideas. Necesitamos los vínculos con afinidad, con los cafés o copas por medio, las historias, conversaciones sinceras y profundas.
3. Siempre la sinceridad, la claridad, la transparencia. ¡Cómo lo facilita todo!
4. Quizás has participado en los networking, encuentros que no te han convencido, estos con los grupitos cerrados que ya todos se conocen y tú quedas fuera, estos que no te escuchan, estos con unas reglas raras y rígidas, estas en las que te sientes fuera de lugar… También lo he vivido. No te desanimes. Sal, busca, prueba… y vas a dar con la tribu con una energía y valores que van a encajar contigo.
5. El famoso “No es solo lo que sabes, es a quién conoces”. No importa lo excelente que seas, porque (casi) siempre contratan o recomiendan a alguien ya conocido. He descubierto que dedicar más energía a crear una red de contactos es más valioso que invertirla en desarrollo profesional o presencia online (obvio, sin descuidarlo, pero ya me entiendes).
6. Mi red de contactos aumenta la autoridad de mi marca. ¡Cómo lo he sentido! Ahora bien, no me sale ser pelota o pegarme a un famoso solo para aparecer en fotos en algún sarao. ¿Quizás aquí pierdo oportunidades? Se nota cuando detrás no hay una relación auténtica y mutua. Lo cual creo que hasta puede ir en contra de la marca.
7. No busco conexiones (solamente) con la gente de mi sector, o con los que estoy en la misma fase de negocio. Da igual que tú estés en despegue y el otro en expansión. Da igual si uno es asesor financiero y tú pintas cuadros y no entiendes nada de inversiones. ¡Mejor así! Más que hablar, preguntar…!
8. Mostrar un interés real y genuino por el otro y su proyecto, escuchar, preguntar, simplemente para conocer, ser curioso, generoso, dar ideas, también pedir ayuda, contar retos, puntos de dolor, admitir que no tengo ni idea de algo, ser humano, no solo profesional. Para mi es la base. Y claro, si noto que al otro no le intereso, pues…elijo otro camino.
9. ¿Una estrategia? Dicen que hay que tenerla para todo. Yo no tengo la mente de estratega. No hay nada planificado en mi historia, solo unos deseos, unas ideas, incluso impulsos, y estaba (y sigo) haciendo cosas. Y cuando haces cosas, ocurren cosas. Aparecen oportunidades, y los hilos te llevan a personas que quizás tenían que ser. Con una estrategia ¿hubiera conseguido más? o ¿puedo conseguir más? No lo sé. Quizás sí. O no. Las relaciones no son matemáticas. Aunque no tengas un plan trazado al milímetro, es bueno tener el foco: ¿hacia dónde quiero llegar? y tener lista una presentación atractiva: qué ofreces, cómo puedes ayudar a los demás, qué te diferencia, qué estás buscando (sinergias, colaboraciones, un contacto específico…), en qué los otros te pueden ayudar.
10. Tienes que invertir. Los eventos, una comida o cena pueden ser de unos 30–50 €. Los clubes ya son una inversión mucho más gorda. Pero entras con la idea y motivación de que lo vas a recuperar, y con creces teniendo en cuenta los contactos, las formaciones y la subida de acción de tu marca (punto 3). Yo lo tenía clarísimo: si no doy el paso, voy a quedarme con la espina de no haber vivido la experiencia.
Y aquí vienen más fotos que hice en los Business Breakfast: